FANTASMAS QUE APRENDEN A CRECER, ABRAZOS QUE SE MUEREN POR VOLVER.
Quien tiene siete vidas y dos ojos de gata callejera no se va con cualquiera.
De su noche se espera un broche de promesas incumplidas.
"Mejor no equivocarse, no me pidas jamás lo que no doy, ya sabes cómo soy y si quieres me voy", dijo cuando acabó de desnudarse.